Mucho se habla de la contaminación ambiental, del agua, del aire, la contaminación sónica, pero muy poco se escucha hablar sobre la contaminación electromagnética. Esta es una realidad a la que estamos expuestos todos y que trae consecuencias no solo para el medio ambiente, sino también para los seres vivos.
Este tipo de contaminación hace referencia a la sobreexposición a los aparatos que emiten radiación electromagnética. Por ejemplo, las antenas de telefonía, las conexiones Wifi, líneas de alta tensión, subestaciones eléctricas, centros de transformación, radares, conexiones bluetooth, entre otras.
En vista de que se empezó a hablar desde hace un corto tiempo de este tipo de contaminación, aún no existe consenso entre su existencia y los efectos que produce al organismo. No obstante, con los constantes avances tecnológicos de las últimas décadas, las consecuencias de esta sobreexposición comienzan a ser más notables.
Resulta casi imposible alejarse de las fuentes de contaminación electromagnética. Ten en cuenta que donde exista conexión a internet, hay una fuente de exposición. No obstante, hay acciones que se pueden poner en práctica para lograr. la protección contaminación electromagnetica y reducir sus efectos, como vemos a diario en biorresonancia en Madrid.
Conectar a tierra todos los elementos es una acción simple que se puede realizar en todos los hogares. Esto reduce los campos eléctricos de las instalaciones en el interior de la casa.
Evitar construir edificaciones cerca de líneas de media y alta tensión o de las subestaciones.
Con respecto a la conexión a Internet, es preferible usar un cable de red que la conexión Wifi.
Impulsar las investigaciones y estudios al respecto para hacer mayor conciencia en la población y sociedad en general.
Fijar límites, en cuanto a los límites de radiación que pueden o deben emitir los dispositivos electrónicos.
Las consecuencias de la elevada presencia de estos equipos que emiten radiación electromagnética se pueden observar en diversos casos.
Por ejemplo, muchos animales usan cierto grado de orientación geomagnética para realizar sus migraciones masivas en ciertas épocas del año. Esto les ayuda a conocer siempre con exactitud la ruta que deben tomar. Los campos electromagnéticos originados por estas grandes estructuras, pueden alterar la habilidad de las aves para orientarse, afectando su proceso migratorio.
Otro efecto notorio de este tipo de contaminación es la chatarra tecnológica. Anualmente, se desarrollan millones de equipos como teléfonos móviles, televisores, portátiles, baterías, consolas de videojuegos, etc. que a los meses quedan obsoletas al salir una nueva versión, y estos son desechados, generando basura.
Investigaciones comprobaron la afectación negativa de un radar y la intensidad de su campo electromagnético, al crecimiento de los árboles que estaban en la zona circundante. Este estudio también se aplicó en pinos, y se determinó que estos aumentaron su producción de resina como efecto al estrés que le genero la emisión del radar.
La lista de efectos secundarios que puede generar la alta exposición a los campos electromagnéticos al cuerpo humano es larga. De hecho, constantemente se siguen estudiando las vinculaciones de estas ondas con diversas enfermedades.
Aquí te mostramos una lista con las que se han documentado hasta los momentos:
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